Parapente

El parapente es una afición, un deporte mágico, que permite al hombre alcanzar su deseo de volar, llegar a espacios vetados a la naturaleza humana.

Supone elevarse de su condición terrenal, y, cuán ángel, disponer de una perspectiva y visión de la vida más certera, menos influenciada por personas y aspectos mundanos.

Todos los que lo han experimentado, coinciden en la sensación de paz, armonía y autosatisfacción plena en esos momentos, que se hacen felizmente eternos en el aire.

Nadie menciona el miedo o la inseguridad como comentario, porque la total confianza en uno mismo o en su acompañante es fundamental para esa experiencia mágica, superior. De lo contrario, es mejor bajarse, mejor dicho, es más seguro nunca montarse.

Y al acabar el viaje, también resulta imprescindible recoger con sumo esmero y paciencia todos los cordines, sin prisas ni atrapallamientos, antes de plegar el parapente. De lo contrario, el viaje siguiente, ya al inicio del despegue, podría ser mortal, se acabaría todo, seria un suicidio.
En este sentido, los seguros, los que todo siempre controlan, ganan. Qué envidia, ¿no?

Para terminar, ¿reconocéis a alguien en la foto? (Pista: tomada en Larouco, Baltar, Ourense).