La fotografía es arte, por sí misma y por lo que expresa. Como no sabía qué publicar hoy, me decidí por esta, para mí, hermosa fotografía publicitaria. Es bella por colores y composición, y también por su simbología. Un cerdo intentando besar una rosa. El animal más sucio se convierte en casi un rosáceo galán intentando acercarse a la flor, símbolo de la pasión y la belleza. Fantástico.
Y aunque este humilde y parece que reconocido jardinero no pudo asistir al espectáculo de Nancho Novo, "Sobre cerdos y flores", por una celebración familiar en Barra (Coles), un buen amigo financiero, que alguno hay, se encargó de resumirle la hora y media de tacos y verdades sobre el amor, los hombres y las mujeres. Y también por eso parece la fotografía relacionada.
Cada un@ que piense lo que quiera, ¿no?.
sábado, 14 de junio de 2008
la belleza del amor
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1 comentario:
Más que un cerdo, hay que ser un burro para acercarse a una flor.
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