Hay aniversarios y aniversarios.
Hoy, 20-N, además de ser el cumple de un gran amigo, es el aniversario de la muerte del mayor dictador de la historia reciente de España, el autoproclamado claudillo.
Y aunque no me gusta la historia, es decir, la manera que unos interesados tienen de explicarnos el pasado –saludos a César Vidal, si lee este blog-, sino el presente y el futuro, hoy toca recordar.
Recordar a los muchos muertos en una guerra entre hermanos que él provocó, sublevándose a la legitimidad democrática, y a los muchos que asesinaron después, cuando ya todo el poder era suyo, en un exterminio innecesario y vil, por no hablar de la pena de muerte aplicada hasta sus últimos días. ¿Qué ahora se quieren buscar sus restos? Todo es discutible, cada uno tendrá su opinión, la desgracia es que haya pasado.
Y, sobre todo, recordar esos 40 años de ignominia, de poder absoluto, de conchabamiento con la jerarquía de la Iglesia Católica española, para reprimir libertades, incluso de pensamiento. Ese daño, esa represión, ya ha quedado en el mapa genético de nuestros mayores, y en muchos de nuestra generación, que tuvieron que sufrir una educación en colegios religiosos –opus dei, carmelitas, calasancias-, que fomentaban la sumisión y el dolor, y en los que el sexo o la felicidad eran pecado castigado incluso más allá de la vida.
Cierto que no entramos en la II Guerra Mundial –o sea, tampoco disfrutamos del Plan Marshall, así está nuestra economía-, pese a los intentos del otro bajito con bigote -¿qué estraños efectos producirá un mostacho en un enano?-.
Y que sus intentos para dejar todo “atado y bien atado” no sirvieron para nada, muy al contrario, unieron a toda una sociedad civil en un objetivo común.
Y que, al final, el Generalísimo murió como un perro, con una larga agonía. (Dejo esta primera entrada de una canción en gallego, de Bibiano, muy apropiada).
Pero nunca tenía que haber pasado.
Por eso, sólo por eso, y aunque el odio y la política debería estar terminantemente ausentes en cualquier blog –prohibido prohibir-, aquí queda este recordatorio.
De mini-homenaje, y de grito para que nunca máis suceda algo así.
¡Viva la libertad!.
jueves, 20 de noviembre de 2008
Españoles: Franco ha muerto
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2 comentarios:
Dedos de vecinos señalando a otros vecinos, que acababan en Oseira. Epoca que no viví, pero de la que aún quedan restos algo molestos.
Como se fastidió el enlace a la canción en su día, y porque me gusta Sabina: www.goear.com/listen.php?v=770e303.
'Mil años tardó en morirse, pero por fin la palmó. Lo muertos del cementario, están de fiesta mayor'.
Entrada muy propia, si señor.
y de rifarse el ultimo disparo, y el ultimo grito que la victoria acalaro..entre aquel humo que cubrio todo lo que casi una guerra silenciosa se volvio...
Interesante blog!! y que viva siempre viva la libertad!!(en cualquiera de sus campos)..
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